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Hernia de disco
“Las hernias discales o protrusiones pueden afectar tanto a discos de la zona lumbar como a discos cervicales”
Las vértebras de la columna se encuentran separadas por discos que amortiguan los movimientos y dejan espacio entre las vértebras. Del mismo modo, permiten el movimiento de las mismas por lo que posibilitan el agacharse o estirarse.
Además, las vértebras de la columna protegen la médula espinal que procede del cerebro y baja por la espalda hasta la región lumbar. Los discos cumplen una función muy importante de amortiguación y reparto de cargas y cualquier alteración de los mismos puede ser grave si no se trata con seriedad.
¿Qué es un disco intervertebral?
Los discos son estructuras que se encuentran entre las vértebras. El disco está compuesto por 2 diferentes estructuras:
Anillo Fibroso
Es un anillo fibroso externo formado principalmente de colágeno, con una sucesión de capas fibrosas concéntricas que encierran al núcleo y rodea la región más amplia de fibrocartílago, limitando así el movimiento de rotación.
Núcleo Pulposo
Es la parte central del disco, está compuesto por una substancia de tipo gelatinosa y transparente que presenta en sus composición un 88% de agua. No hay vasos sanguíneos ni inervación en el interior del núcleo. Esta estructura es responsable por absorber fuerzas de compresión entre las vértebras.
¿Qué es la hernia de disco?
La hernia discal se produce cuando un disco intervertebral se degenera y deteriora, lo que hace que el núcleo interno pueda filtrarse hacia una parte debilitada situada en la zona externa del disco.El punto débil en el núcleo externo del disco intervertebral está directamente debajo de la raíz nerviosa raquídea, por lo que la existencia de una hernia en esta zona puede ejercer una presión directa sobre los nervios cercanos o la médula espinal.
Por tanto, puede ocasionar dolor, debilidad y sensación de hormigueo en zonas del cuerpo que no parecen estar relacionadas con la lesión.
Causas
Por lo general, la hernia de disco es el resultado del desgaste gradual relacionado con el envejecimiento, denominado «degeneración de los discos». A medida que envejeces, los discos vertebrales pierden parte del contenido de agua. Esto los hace menos flexibles y más propensos al desgarro o a la rotura, incluso con un esfuerzo o un giro mínimo.
La mayoría de las personas no pueden señalar con exactitud la causa de la hernia de disco.
Una perdida en la curva de la columna vertebral provoca que el peso del cuerpo no se reparta correctamente y que las vértebras estén en una posición incorrecta sobre los discos, dañándolos, el uso de los músculos de la espalda en lugar de los músculos de las piernas para levantar objetos grandes y pesados, al igual que doblar o girar mientras levantas peso, o situación traumática poco frecuente como una caída o un golpe en la espalda pueden producir una hernia de disco.
Hernia Lumbar
Cuando la hernia discal afectan a los discos de las lumbares, los síntomas más comunes son el dolor de espalda, lumbalgia, ciática, pérdida de fuerza, hormigueo en las piernas…
Hernia Cervical
Si la hernia discal o protrusión afecta a un disco cervical, los síntomas que pueden aparecer son dolores de cuello, de cabeza, mareos, zumbidos, pérdida de fuerza, hormigueo en manos…
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de tener una hernia de disco son:
- Peso. El exceso de peso genera presión adicional en los discos de la zona lumbar.
- Profesión. Las personas que hacen trabajos con exigencia física corren mayor riesgo de tener problemas de espalda. Las acciones repetitivas que implican levantar, tirar o empujar objetos, inclinarse de costado o girar el cuerpo también pueden aumentar el riesgo de sufrir una hernia de disco.
- Genética. Algunas personas heredan cierta predisposición a sufrir una hernia de disco.
Existen 4 grados que engloban esta enfermedad específica. Éstos son:
Existe 4 grados de lesión del disco por hernia discal.
Protrusión Discal
Cuando existe deformación del anillo fibroso normalmente por el impacto del núcleo sobre este. Más comúnmente afecta las fibras del disco que están posteriores o posterolaterales.
Prolapso Discal
Luego de la deformación del anillo fibroso la lesión empeora y hay más ruptura de los anillos. Eso permite que el núcleo pulposo lo atraviese por completo pero sin traspasar el ligamento longitudinal posterior o anterior.
Extrusión Discal
Si la degeneración discal sigue progresando, el núcleo que ya había traspasado todo el anillo fibroso termina por atravesar el ligamento longitudinal afectado. En ese caso esta lesión pasa a ser una extrusión del disco.
Secuestro Discal
Esta es la última etapa en el proceso de herniación del disco y define la ruptura del segmento extruido pudiendo el segmento libre desplazarse hacia el canal espinal.
Diagnóstico
Para diagnosticar una hernia discal, el especialista llevará a cabo un reconocimiento de la columna vertebral, los brazos y las extremidades inferiores. Según la región en la que se localizan los síntomas del paciente, el especialista buscará posibles adormecimientos o pérdidas de sensibilidad.
Además, examinará los reflejos musculares, que pueden haberse visto afectados y ser más lentos o incluso haber desaparecido. Estudiará también la fuerza muscular del paciente y la forma de la curvatura de la columna.
Por otro lado, también se podrá solicitar al paciente que se siente, pare o camine, que se doble hacia delante, hacia atrás o hacia los lados y que mueva el cuello, los hombros o las manos.
Los exámenes diagnósticos que pueden verificar la existencia de una hernia discal son:
- Una electromiografía que determinará cuál es la raíz nerviosa afectada y dónde se comprime.
- Una mielografía para concretar el tamaño y localización de la hernia.
- Una resonancia magnética que mostrará si existe presión sobre la médula.
- Por último, también se podrá realizar una radiografía de la columna para descartar otras afecciones que causen dolor cervical o de espalda.
Nuestro Tratamiento
Contamos con un sistema completo de descompresión de discos y nervios, una camilla exclusivamente diseñada para la columna vertebral.
Es una terapia indolora y sin cirugía, un sistema exclusivo que a través de una camilla computerizada consigue la descompresión intervertebral.
Supone un gran avance en la ciencia de descompresión no-quirúrgica y ofrece una manera nueva de tratamiento de los problemas de discos intervertebrales lumbares y cervicales.
La camilla propicia un estiramiento (descompresión) de los discos y estructuras blandas de la columna (ligamentos y músculos). Reduciendo la presión intradiscal. Facilitando mucho el flujo de fluidos y nutrientes al disco, reactivando el metabolismo del disco.
Después de la sesión en la mesa de descompresión ocurrirá un aumento de la abertura entre cada vértebra.
El aumento del espacio, con disminución de la presión ejercida en el disco y, consecuentemente, liberación del nervio pinzado, resulta en mejora en el cuadro de dolor.
A cada paciente se le revisa su historia médica y sus placas radiológicas para asegurar que es un candidato apto para el tratamiento.
Todo el tratamiento es personalizado a cada persona, se comenzará con una fuerza de descompresión calculada según las condiciones personales de cada persona, en cada sesión dicha fuerza de distracción se irá aumentando progresivamente creando un efecto acumulativo.
En nuestras oficinas también realizamos ajustes quiroprácticos específicos para corregir las desviaciones vertebrales y quitar la presión sobre los nervios pinzados responsables del dolor de la hernia discal. Los ajustes mejoran la salud de la columna vertebral de una manera natural, segura, sin el uso de cirugía o fármacos y, por tanto, libre de riesgos o efectos secundarios.
Prevención
En el caso de padecer sobrepeso o obesidad, se recomienda que el paciente controle su alimentación y realice deporte con frecuencia. De esta manera se fortalecerán los músculos que ayudan a sostener la columna y se aumentará la flexibilidad de ésta y de las piernas.
Es importante también evitar levantar objetos pesados en exceso y hacerlo de forma correcta, con la espalda recta y flexionando las piernas.
Acudir a un quiropráctico para ayudar a prevenir futuras degeneraciones de los discos.